sábado, 25 de septiembre de 2010

poniendome en forma

entrenando y preparándome física y mentalmente para ver si converso al DT para que me convoque al torneo el viernes al parque del este espero hacer lo suficiente para converse al DT del equipo tenemos un buen equipo y podemos jugar de tu a tu con cualquiera.

Parada en la Ciudad

El capitán del Manchester City, el argentino Carlos TEvez, rompió este sábado la racha de victorias del Chelsea al anotar el único gol de un duelo muy igualado durante la primera mitad.

Esta sexta jornada de la Liga de Inglaterra, a la que el Chelsea llegó invicto con una media de 4,2 goles anotados en cada uno de sus anteriores partidos esta temporada, situó cara a cara a dos viejos conocidos por su trabajo en la Serie A italiana.

Carlo Ancelotti, al frente del vigente campeón (Chelsea), y Roberto Mancini, en el banquillo del "nuevo rico" de la Premier (Manchester City), parecían saber bien qué estrategia había preparado el contrario para llevarse los tres puntos.

Quizá fue eso lo que provocó un partido igualado, especialmente en la primera mitad, donde la posesión del balón entre los dos combinados fue muy similar.

Tras la reanudación, el ritmo aumentó. Se sucedieron varias jugadas ofensivas del Chelsea, que trajeron un disparo peligroso desde fuera del área del francés Nicolas Anelka, que fue desviado de manera providencial por el meta de Inglaterra, Joe Hart.

El saque de esquina dio una oportunidad a Michael Essien de estrenar el marcador del Chelsea, pero remató por encima del travesaño y se esfumó la posibilidad de aventajar a su equipo.

El Manchester City no desistía en sus intentos por alcanzar la portería del checo Petr Cech, pero siempre encontraba el muro defensivo del Chelsea, donde jugó como titular el brasileño recién llegado a Stamford Bridge, Ramires Santos.

Entre esos intentos, un disparo con poco ángulo del español David Silva, tras un pase entre líneas, llegó al destino pero lo despejó Cech beneficiando a sus rivales con un saque de esquina, en el que tapó bien su meta.

El gol llegó en el minuto 59, tras una pérdida del balón por parte del Chelsea en el centro del campo, que permitió a los locales dirigirse en igualdad numérica hacia la portería contraria. Finalizó el Apache (Tevez) con un disparó que cruzado que dio la victoria a los de Mancini.

Hasta la anterior temporada, el Manchester City sólo había ganado dos de los 24 encuentros de liga con el Chelsea, pero las cosas cambiaron cuando el año pasado venció tanto en la ida como en la vuelta.

Con el gol de este sábado, Tevez ha marcado ya seis goles en los últimos cinco partidos de liga con los Blues.

Recupera el rumbo

- En el estadio San Siro, Milan le ganó de local a Genoa gracias a un gol de Zlatan Ibrahimovic, el único tanto del encuentro. Así, los rossoneri ahora suman ocho puntos en la tabla y, por el momento, se ubican en soledad en la cuarta plaza del torneo. El Grifo, por su parte, sigue parado con cinco unidades y, esperando que todos los demás jueguen, comparte con otros cinco equipos el largo escalón de los novenos.

Para entender el momento por el que pasa el Diavolo, su nivel de juego y sus objetivos primarios, alcanza con fijarse en quien fue la figura de la cancha: Gennaro Gattuso. "Ringhio", con un enorme corazón pero sobre todo con grande inteligencia táctica, fue el que le permitió a Milan recuperar balones en el medio y mantener bajo control a un rival peligroso, que le jugó de par a par en un match muy equilibrado.

Esto nos da la pauta de lo que necesita ahora el conjunto de Allegri: equilibrio, solidez y cinismo. Claramente sirven también puntos, pero el técnico sabe que la calidad del plantel es tanta que cualquiera de sus jugadores puede cambiarle el partido de un momento para el otro.

Así fue justamente, porque luego de un primer tiempo prácticamente muerto, en el que el ritmo de juego fue bastante elevado, pero las ocasiones se contaron con los dedos de una mano, al comienzo del complemento una grandiosa invención de Ibrahimovic hizo la diferencia en favor de Milan: Pirlo metió un pelotazo largo por el medio, Zlatan corrió apretado por Ranocchia y Dainelli y, apenas entrado en área y primero de que uno de sus adversarios lograra despejar, con un alargue impresionante logró tocar el balón con la punta del pie derecho, todo a gran velocidad. Ese toque alcanzó para meterle un globito letal a Eduardo, quien algo mal parado en el área se dejó madrugar por la genialidad del sueco y logró apenas tocar el esférico, sin poder desviarlo afuera.

Los locales, con el 1 a 0, quisieron pasar a un control asfixiante del balón, pero no lo lograron con tanta facilidad porque les fue difícil mantener el balón arriba. Cuando Gattuso (exhausto) salió al minuto 20, todo fue aún más difícil. Sin embargo, la defensa hizo una excelente guardia y raramente Genoa logró mostrarse con peligro. El Grifo, a todo eso, pagó a caro precio su actitud amarrete: en efecto, su orden táctico fue casi perfecto, así como su concentración defensiva, pero casi nunca arriesgó en ataque y raramente se desequilibró hacia adelante para salir a buscar el empate.

También por esa posición muy prudente de los xeneizes, Milan encontró muchas dificultades para poder jugar a la contra, como hubiese querido hacer tras la ventaja. De todas maneras, cuando Ronaldinho le dejó el puesto a Seedorf (el brasilero disputó uno de sus peores partidos en Italia, jugando de manera a menudo hasta irritante), los rossoneri estuvieron más ordenados y lograron crear algún peligro más.

Además, con el pasar de los minutos inevitablemente Genoa tuvo que conceder algún espacio, en el que el Diavolo fue rápido y hábil en meterse con contras peligrosas y bien armadas, pero todas desperdiciadas malamente, sobre todo por parte de un dinámico pero egoísta Flaminí.

Al final el encuentro no ofreció muchas otras emociones y ni se vieron variaciones en el marcador. De esta manera, Milan dio la impresión de haber obtenido el objetivo que más le interesaba ahora, los tres puntos, pero lució estar aún bastante lejos del alcance de la misión de todo el club para el futuro: la de obtener un nivel de juego y una fuerza mental tales para arrebatarle el Scudetto a Inter.

Genoa, por su parte, disputó un buen match. Pero Gasperini no puede pensar de ir muy lejos debiendo elegir a cada partido entre ataque y defensa, renunciando a un aspecto cuando se elige el otro. El Grifo deberá encontrar mayor equilibrio y tiene que trabajar mucho sobre el despliegue, si quiere realmente merecerse un puesto en Europa.

En el momento justo

Fue un partidazo, vamos a comenzar de ahí: tenso, nervioso, vibrante, disputado entre dos equipos que siempre quisieron ganar y definido en el segmento final por un recién ingresado, Mirko Vucinic, quien de cabeza estampó el 1 a 0 de la pizarra definitiva.

Un triunfo fundamental para Roma, que estaba muy rezagada en la parte baja de la tabla y ya parecía afuera de la lucha por el título. En cambio, con este resultado suma 5 puntos y se ubica a otros tantos de su vencido, Inter, que por ahora sigue líder con 10 unidades.

En la primera etapa, el dominio de Roma fue notorio, fundado esencialmente sobre la enorme tarea de los dos defensores centrales, Juan y Burdisso, quien anticiparon siempre a los rivales y no permitieron que Inter se instalara establemente en la mitad de la cancha local.

Sin embargo, Roma no lograba transformar esa superioridad en el trámite en moneda sonante, los goles, porque Ménez desequilibraba pero erraba todo en fase de definición y porque Totti y Borriello nunca lograron espacio suficiente como para lastimar.

Por encima, el referí Morganti no concedió un penal clamoroso, cuando Lucio levantó su pierna de manera desmedida mientras Borriello buscaba el cabezazo, un golpe claro que merecía la pena máxima. Con lo que había pasado en la semana, ese episodio obviamente crispó los nervios de los giallorossi y entonces se ensució el partido, con un sinfín de discusiones, faltas y juego muy entrecortado.

En el complemento, Inter mejoró algo, especialmente en la segunda parte de la etapa, cuando Benítez lo sacó a Milito y puso a un volante de marca, Muntari. Así, paradójicamente, Inter se afirmó en el medio y por eso logró mantener mucho más tiempo el balón cerca del área rival que de la propia.

En ese segmento, con Eto'o parado al centro del ataque desperdiciando un par de ocasiones con remates desviados, uno pudo adivinar que ese el esquema que más le gusta al entrenador y que se acerca el momento en el que Rafa deberá elegir entre el argentino y el camerunés para la posición de "nueve".

De cualquier manera, Roma también metió unos cambios, porque en el final parecía que hasta lo podía perder luego de haber merecido ganarlo en los primeros 45 minutos: así, ingresaron Vucinic por Totti y Julio Baptista por Borriello.

Fue justamente uno de los recién ingresados quien definió el pleito: ya en tiempo de descuento, De Rossi metió un centro desde la "trescuartos" por derecha y Vucinic, en zambullida, le ganó a Lucio y la mandó a guardar con un cabezazo muy cruzado al segundo palo.

Está claro que Vucinic y todo el Olímpico lo gritaron con alma y vida, pero también se escucharon gritos en otra media Italia, porque los hinchas de los demás equipos temían que Inter se escapara y cerrara el discurso "Scudetto" con más anticipo que nunca. En cambio, el campeón defensor perdió su invicto y entonces podemos decir, como por otra parte es obvio, que esto recién comienza.

Voló muy bajo

El Real Madrid de José Mourinho dio un paso atrás en su progresión y fue incapaz de superar a un recién ascendido Levante, al que dominó con claridad en el centro del campo, pero cuya defensa se convirtió en infranqueable ante la escasa movilidad y precisión de los delanteros blancos.

A pesar de que dispuso de algunas ocasiones de gol y de que el Levante apenas se acercó al área de Casillas, el Real Madrid fue incapaz de anotar un solo tanto ante el equipo más goleado en lo que va de campeonato.

Los primeros cuarenta y cinco minutos, como cabía esperar, fueron un monólogo del Real Madrid, que llegó sin demasiadas complicaciones al área del Levante prácticamente en cada posesión.

Sin embargo, sus jugadores perdían movilidad y velocidad a medida que se acercaban a los últimos metros, lo que les impidió hacer efectiva su gran superioridad en el resto de líneas.

Quizá el mayor mérito del conjunto local en la primera mitad fue precisamente la defensa en superioridad que planteó en las bandas, que impidió tanto a Ronaldo como a Di María buscar diagonales para romper las líneas.

La apabullante posesión de la que disfrutó el Real Madrid y los enormes esfuerzos defensivos que exigía el planteamiento de Luis García Plaza supusieron un gran desgaste para el Levante, que sin embargo no pareció acusar en exceso.

Prácticamente todos los delanteros del Real Madrid tuvieron alguna buena ocasión en este primer tiempo. El primero fue Higuain en el minuto 11, que no acertó a rematar un buen centro de Marcelo desde la banda izquierda.

Instantes después, una vistosa combinación entre Ronaldo y Di María dejó en clara ventaja al argentino frente a Reina, pero el meta malagueño estuvo rápido.

Quizá la mejor ocasión del conjunto que dirige Mourinho la tuvo su compatriota Ronaldo en el minuto 38, al cabecear un centro que le llegó desde la banda derecha. El meta local estuvo de nuevo acertado.

Al Levante apenas le duró el balón un par de pases, de modo que únicamente dispuso de una ocasión. Fue una falta en la frontal del área de Casillas que Nacho González estrelló en la barrera.

Tras el paso por los vestuarios, el Real Madrid exhibió los mismos defectos, es decir, escasa precisión y velocidad en los metros finales, aunque multiplicados, y esto le costó un par de sustos, pues el Levante encontró una brecha por la banda izquierda y Juanlu y Rubén pudieron llevar cierto peligro al área de Casillas.

El conjunto valenciano se empeñó en alterar el guión previsto y, en lugar de retrasar la línea defensiva para compensar la pérdida de fuelle, se vació en las ayudas para complicarle las cosas en extremo al Real Madrid.

El encuentro entonces se volvió más rápido y atractivo, pero ni el Real Madrid hizo gala de su condición de equipo más goleador del campeonato, ni tampoco el Levante fue el 'novato' de las dos primeras jornadas, en las que recibió ocho goles.

La salida del campo de Di María hizo perder al Real Madrid la escasa mordiente que tuvo en los primeros minutos, de modo que entraron en juego los 'cañoneros' Ronaldo, Alonso y Khedira, aunque también sin fortuna.

Con el paso de los minutos, el Levante trató de amarrar por todos los medios el empate y reivindicar su condición de equipo de Primera División, aunque ello conllevó un buen número de acciones bruscas e interrupciones del juego

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Pese a los cambios introducidos por Mourinho, el Real Madrid apenas modificó su juego. Siguió controlando la posesión y se aproximó siempre con facilidad al área del Levante, pero ninguno de sus delanteros supo desmarcarse con éxito o desbordar a la defensa en el cuerpo a cuerpo.

Tan sólo Pedro León, que hoy regresaba al que fue su estadio (el fichaje más caro que ha realizado el Levante en toda su historia) superó con claridad a su par y sirvió algunos centros de calidad en los últimos instantes de juego. Pero ni Benzema pudo aprovechar sus servicios ni él mismo estuvo acertado en los remates de que dispuso.

Prácticamente a la desesperada, y fruto de varios rebotes, el Real Madrid dispuso de algunas ocasiones en los instantes finales, especialmente una clarísima de Higuaín que sacó Reina in extremis, aunque todas ellas sin ningún orden ni criterio.

Misión cumplida

El Barcelona ganó con claridad y dio un recital de juego en San Mamés (1-3), donde impuso su ley después de quedar en superioridad numérica debido a la temprana expulsión de Fernando Amorebieta en el minuto 34 del choque.

El conjunto de Pep Guardiola aprovechó esa fase de juego con el Athletic en inferioridad para adelantarse con tantos de Keita y Xavi, ambos en la segunda mitad, en los minutos 54 y 73.

Luego, a cuatro minutos de cumplirse el tiempo reglamentario, cuando fue expulsado David Villa, el Athletic encontró ánimo y un poco de aire con un tanto de Gabilondo en el minuto 89, pero Busquets acabó con las esperanzas locales cerrando el marcador en una contra en el 92.

De salida, Joaquín Caparrós apostó por el equipo que una semana antes tan buena imagen había dado en Gijón, en detrimento del que ganó cómodamente el martes al Mallorca en este mismo escenario. Es decir, un once con los veteranos de Gurpegui, Orbaiz y Gabilondo en vez de David López y los jóvenes Iturraspe y Munian.

La única sorpresa que dio Pep Guardiola, por su parte, fue la de colar a Adriano en la banda izquierda en lugar de Maxwell, con lo que Busquets echó una mano a los centrales.

Aunque no fue el brasileño el más brillante, el cambio pareció venirle bien al conjunto azulgrana, en el que brilló sobremanera en el primer tiempo Andrés Iniesta. Entre él y Xavi, como acostumbran, mandaron el juego. Les faltó un mejor acompañamiento en el remate de Keita y Villa en dos claras ocasiones antes de llegarse al primer cuarto de hora.

El malí se encontró con un inspirado Iraizoz en su incorporación a la espalda de la defensa que vio muy bien Xavi y a Villa se le fue al palo un gol casi cantado en una acción muy parecida, en esa ocasión servido por Iniesta.

Estuvo sembrado en ocasiones Iniesta, aunque su intervención más decisiva de todo el primer tiempo fue como sujeto pasivo, ya que a él fue a quien le hizo la dura entrada de Amorebieta que derivó en la expulsión del central nacido en Venezuela en el minuto 34.

Un par de minutos antes, el Athletic había gozado de su única oportunidad en los primeros 45 minutos, una volea de Igor Martínez dentro del área que dio en Busquets cuando iba en dirección a portería.

Al inicio de la segunda mitad, en el minuto 5, los locales tuvieron su segunda gran oportunidad, pero Javi Martínez mandó al palo con el exterior del pie derecho un disparo franco ante Valdés que le había dejado un rechace tras el lanzamiento de córner.

A partir de ahí, el choque fue un monólogo del Barça. Y más después de que Keita abriese el marcador tras una triangulación con Iniesta y Villa, en el minuto 54.

Tal fue el recital blaugrana que durante un buen rato cada jugada de ataque era una acción de peligro ante Iraizoz. Hubo momentos en los que parecía que el Athletic, ante tamaña inferioridad, iba a sacar la bandera blanca. Casi llegó a hacerlo porque Caparrós retiró a su principal arma ofensiva, Llorente, hoy inédito, a media hora del final.

Tras numerosos oportunidades ante la meta rival, Xavi acabó con la poca incertidumbre que tenía el partido, a pesar de la cortedad del resultado, con un disparo desde fuera del área que dio en San José y descolocó a Iraizoz, esta noche sin duda el mejor de su equipo.

Cuando parecía todo visto para sentencia, Villa fue expulsado por una agresión a Gurpegui y el Athletic se envalentonó. Logró el 1-2 al filo del tiempo reglamentario por mediación de Gabilondo, al recoger un centro de De Marcos, pero Busquets volvió a cortarle las alas marcando en una contra el 1-3 ya en el minuto 92.

Misión cumplida

El Barcelona ganó con claridad y dio un recital de juego en San Mamés (1-3), donde impuso su ley después de quedar en superioridad numérica debido a la temprana expulsión de Fernando Amorebieta en el minuto 34 del choque.

El conjunto de Pep Guardiola aprovechó esa fase de juego con el Athletic en inferioridad para adelantarse con tantos de Keita y Xavi, ambos en la segunda mitad, en los minutos 54 y 73.

Luego, a cuatro minutos de cumplirse el tiempo reglamentario, cuando fue expulsado David Villa, el Athletic encontró ánimo y un poco de aire con un tanto de Gabilondo en el minuto 89, pero Busquets acabó con las esperanzas locales cerrando el marcador en una contra en el 92.

De salida, Joaquín Caparrós apostó por el equipo que una semana antes tan buena imagen había dado en Gijón, en detrimento del que ganó cómodamente el martes al Mallorca en este mismo escenario. Es decir, un once con los veteranos de Gurpegui, Orbaiz y Gabilondo en vez de David López y los jóvenes Iturraspe y Munian.

La única sorpresa que dio Pep Guardiola, por su parte, fue la de colar a Adriano en la banda izquierda en lugar de Maxwell, con lo que Busquets echó una mano a los centrales.

Aunque no fue el brasileño el más brillante, el cambio pareció venirle bien al conjunto azulgrana, en el que brilló sobremanera en el primer tiempo Andrés Iniesta. Entre él y Xavi, como acostumbran, mandaron el juego. Les faltó un mejor acompañamiento en el remate de Keita y Villa en dos claras ocasiones antes de llegarse al primer cuarto de hora.

El malí se encontró con un inspirado Iraizoz en su incorporación a la espalda de la defensa que vio muy bien Xavi y a Villa se le fue al palo un gol casi cantado en una acción muy parecida, en esa ocasión servido por Iniesta.

Estuvo sembrado en ocasiones Iniesta, aunque su intervención más decisiva de todo el primer tiempo fue como sujeto pasivo, ya que a él fue a quien le hizo la dura entrada de Amorebieta que derivó en la expulsión del central nacido en Venezuela en el minuto 34.

Un par de minutos antes, el Athletic había gozado de su única oportunidad en los primeros 45 minutos, una volea de Igor Martínez dentro del área que dio en Busquets cuando iba en dirección a portería.

Al inicio de la segunda mitad, en el minuto 5, los locales tuvieron su segunda gran oportunidad, pero Javi Martínez mandó al palo con el exterior del pie derecho un disparo franco ante Valdés que le había dejado un rechace tras el lanzamiento de córner.

A partir de ahí, el choque fue un monólogo del Barça. Y más después de que Keita abriese el marcador tras una triangulación con Iniesta y Villa, en el minuto 54.

Tal fue el recital blaugrana que durante un buen rato cada jugada de ataque era una acción de peligro ante Iraizoz. Hubo momentos en los que parecía que el Athletic, ante tamaña inferioridad, iba a sacar la bandera blanca. Casi llegó a hacerlo porque Caparrós retiró a su principal arma ofensiva, Llorente, hoy inédito, a media hora del final.

Tras numerosos oportunidades ante la meta rival, Xavi acabó con la poca incertidumbre que tenía el partido, a pesar de la cortedad del resultado, con un disparo desde fuera del área que dio en San José y descolocó a Iraizoz, esta noche sin duda el mejor de su equipo.

Cuando parecía todo visto para sentencia, Villa fue expulsado por una agresión a Gurpegui y el Athletic se envalentonó. Logró el 1-2 al filo del tiempo reglamentario por mediación de Gabilondo, al recoger un centro de De Marcos, pero Busquets volvió a cortarle las alas marcando en una contra el 1-3 ya en el minuto 92.

sábado, 18 de septiembre de 2010

sueños de john marcelo

john marcelo es un niño de juega fútbol en el parque del este se desempeña en la academia de fútbol pancacacio desde los cinco años sueña algún día conocer al igual que muchos su ídolo lionel messi llegar a jugar con messi jugar en el camp nou ser como messi o a mas lejos llegar a ser el mejor de la historia de fútbol al igual que adres iniesta anotar un gol en la final de copa del mundo con mucha intriga y con la de su abuelo desde el cielo marcelo espera cumplir sus sueños

perdimos x mi penal fallado


hoiy perdimos los dos partidos que jugamos x mala suerte falle un penal desicivo pero mis compañeros me alentaron y me dijero que no importa en la proxima oportunidad ganaremos con la gran plantilla que tenemos y lo profunda que es la plantilla y el gran entrenador cubano que tenemos kique