lunes, 3 de enero de 2011

premio que duele

Cuando Top Rank armó en primera instancia su cartelera de pay-per-view del 4 de diciembre desde el Honda Center en Anaheim, California, Julio César Chávez iba a ser cabeza de cartelera. Pero cuando se enfermó y se excusó de pelear una semana antes del combate, la cartelera fue cambiada a último momento.

Top Rank subió el combate de peso gallo entre Nonito Donaire y Wladimir Sidorenko al evento estelar, pero luego la alineación fue cambiada nuevamente a último minuto. Debido a consideraciones contractuales televisivas internacionales, Donaire-Sidorenko fue bajada a segundo plano y la pelea de semifondo entre el campeón ligero Humberto Soto y Urbano Antillón fue llevada al puesto principal de la cartelera.

Para el momento en que Soto y Antillón habían terminado una brutal pelea estaba claro que no solamente habían librado una batalla más que digna de ser evento estelar, sino que habían producido la pelea del año 2010 de ESPN.com. Claro, la cartelera perdió el poder estelar de Chávez, pero los 3.253 espectadores que decidieron mantener sus boletos y aquellos que decidieron pagar el pay-per-view recibieron más de lo que pagaron, porque Soto y Antillón nos dieron un choque candente por 12 rounds.

Soto anotó una decisión unánime (115-112, 114-113, 114-113) para retener su título de las 135 libras por tercera ocasión, pero el resultado casi no importó, porque ambos peleadores subieron el precio de sus acciones en una tremenda batalla.

El guión de la pelea fue marcado casi inmediatamente cuando Antillón, más peleador que boxeador, salió directamente a atacar a Soto y arrastrarlo a una guerra. Soto, el peleador más hábil, hubiese preferido una pelea más cercana a un partido de ajedrez, pero Antillón marcó un ritmo furioso. Él se lanzó sobre Soto con golpes potentes al cuerpo. Soto no tuvo otra opción más que mantenerse en su terreno y responder al ataque.

La primera vuelta no estaba ni siquiera por la mitad y la reacción ya era intensa.

"Este es un primer asalto candente", dijo el relator Rich Marotta, sin dares cuenta de que virtualmente todos los asaltos iban a ser igual de candentes.

Ellos sostuvieron la acción en el segundo asalto y luego en el tercero, uno de los mejores del 2010, cuando la pelea se transformó en una guerra abierta. Antillón, poniendo una presión extraordinaria, lanzó golpes a la cabeza y al cuerpo, y Soto respondió con contragolpes y uppercuts.

"En algún lugar allá arriba, Diego Corrales está mirando esto y está sonriendo", dijo Marotta, invocando el nombre del fallecido estelar ex campeón que era conocido por estar en peleas durísimas todo el tiempo.

Cuando el extraordinario tercer asalto finalizó, el analista golpe por golpe Nick Charles estuvo más que correcto en su análisis: "nadie dio un paso atrás en estos primeros tres rounds. ¡Nueve minutos sensacionales!". Y de ahí en más se pondría aún mejor.

El réferi Ray Corona, quien había hecho muy poco durante la mayor parte del combate más allá de mirar de lejos mientras ambos se pulverizaban entre ellos, se entrometió en la acción en el cuarto round al advertir a Antillón por un golpe bajo y luego quitarle un punto crítico en el quinto por un golpe que aterrizó apenas bajo.

¿Qué es una gran pelea sin algo de sangre? Tuvimos algo de eso también, porque un cabezazo accidental le abrió un corte a Antillón sobre el ojo derecho en el sexto asalto.

Pero no importó la sangre. Ellos continuaron tirándose golpes. El mexicano Soto aplastó a Antillón, también mexicano viviendo en Maywood, California, con uppercuts, pero él los superó conectando duros golpes al cuerpo. Hubieron tantos intercambios candentes que por momentos todo parecía una lucha de video juego acelerada.

El intercambio de golpes fue maravilloso. La pelea fue palmo a palmo, todo el trayecto.

Cuando Antillón vapuleó a un cansado Soto al final del 11er asalto luego de superar algunos momentos duros a comienzos del round, Marotta se mostró sorprendido.

"¡Hay sangre corriendo por el ojo de Antillón!¡Qué gran pelea!", exclamó.

La pelea parecía estar abierta todavía en el 12do round, y ambos pelearon como si así fuese, tirándose con todo en los segundos finales sobre el centro del ring.

"Pelea hasta el final", dijo Charles, cuando sonó la última campana. "Esa fue una pelea realmente conmovedora". Después de la pelea, ambos supieron que habían estado en un combate especial. "Creo que esta noche los ganadores aquí han sido los fanáticos", dijo Soto. "Creo que fue una gran pelea. Nosotros dos dejamos el corazón allí".

Dijo Antillón "la gente está muy feliz con la pelea, y por eso somos todos ganadores aquí".

El promotor de Top Rank Bob Arum le dió todo el crédito a sus muchachos. "Sabíamos que ésta sería una gran pelea, y ambos muchachos probaron ser tremendos gladiadores", dijo.

Tan tremendo, que ya se habla de una revancha para mayo. ¿Quién sabe? Quizás termine siendo la pelea del 2011.

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