domingo, 5 de abril de 2009

Bate de Manny Ramirez vale mucho para los Dodgers


Cuando los Dodgers aún trataban de asegurar la vuelta de Manny Ramírez por el orden de 45 de millones de dólares y dos años, alguien le preguntó a Joe Torre si al equipo de Los Angeles le convenía mejor dedicar todo ese dinero en incorporar otros jugadores y tapar diversos huecos.


Sin un pelo de tonto, el piloto de los Dodgers no dio vueltas para afirmar explícitamente que “Manny es la pieza ideal”.


“Lo necesitamos más que otros cuatro o cinco tipos”, declaró Torre. Alucinante. Espectacular. Fuera de este mundo.


La verdad es que no hay descripción superlativa que alcance para valorar el impacto que tuvo el toletero dominicano el año pasado y el significado que tiene para las aspiraciones en la nueva temporada.


Los Dodgers era un equipo que a duras penas mantenía un récord de .500, dos juegos atrás del primer lugar, cuando lograron adquirir a Ramírez en un multicanje con Boston y Pittsburgh. Con Ramírez y sus largas trenzas, el equipo enhebró una marca de 30-24 y se alzó en el Oeste de la Liga Nacional por dos juegos de diferencia.


También barrieron a los Cachorros de Chicago en la serie de primera ronda de los playoffs, su primera victoria en un cruce de postemporada desde la década de los 80.


Al final se quedaron cortos al sucumbir ante los Filis de Filadelfia en la serie de campeonato del circuito. Pero Ramírez cumplió con creces. Bateó para .396 con 17 jonrones y 53 remolcadas en sus 53 juegos desde agosto.


Estuvo aún mejor en los playoffs: .520 de promedio, cuatro jonrones, 10 impulsadas y 11 boletos en ocho juegos.


Pese a que las negociaciones para renovarle el contrato fueron larguísimas, al extremo que no se completaron hasta un par de semanas después de iniciada la pretemporada, Ramírez tenía ganas enormes de seguir en el sur de California, un entorno más relajado con respecto al que tenía que lidiar en Boston. “­Volviiií!”, gritó cuando se presentó al cuartel de pretemporada de los Dodgers en Arizona.


Y si alguien pensaba que Ramírez es una estrella que no se toma en serio el trabajo, pues debe saber que el jardinero izquierdo llegaba todos los días a las 6.30 de la mañana para correr y hacer práctica de bateo.


Gracias a su arsenal ofensivo, los Dodgers son los favoritos para repetir primeros en su división. Ahora bien, ir más lejos en los playoffs, va a depender a las maniobras de su gerente Ned Colletti para fortalecer el pitcheo.

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