martes, 29 de diciembre de 2009

Cosecha su siembra

Para un hombre que fue nombrado Jugador Más Valioso dos veces consecutivas jugando en un sistema de "siete segundos o menos", que exige tomar el primer tiro disponible y no tolera que un jugador se tome su tiempo para pensar, es irónico que una de las mejores cualidades de Steve Nash como persona sea su paciencia.

Esta cualidad del capitán de los Suns podía percibirse claramente en los vestidores del equipo local después de que Phoenix aplastara a Los Angeles Lakers, 118-103, el lunes por la noche.

El humor era de satisfacción, pero no de celebración.

"Simplemente queremos jugar bien", dijo Nash después de marcar su 18° doble-doble de la temporada con 16 puntos y 13 asistencias.

"Más que el triunfo fue que simplemente jugamos bien hoy... Para mí lo importante fue que salimos a la cancha con un gran enfoque y una gran mentalidad, y peleamos por el [partido]. Esa es la característica que tiene que perdurar para que nuestro equipo siga teniendo una temporada exitosa".

Antes del partido, Phoenix había compilado una marca de apenas 5-9 en diciembre tras arrancar la campaña con un registro de 14-3. Hay muchos equipos en la liga que hincharían el pecho y dirían, "Estamos de vuelta", de haber estado atascados en la mala racha que tuvieron los Suns para luego salir a dominar a los campeones reinantes durante 48 minutos.

Pero no fue el caso de Nash y los Suns.

"Fue un triunfo ante un equipo de altísima calidad, pero eso es todo lo que fue: un triunfo", dijo el entrenador de los Suns, Alvin Gentry.

"Creo que en una semana todo el mundo se olvidará de esto, así que no fue un partido revelación", agregó Nash.

Kobe Bryant anotó 34 puntos para superar a todos los anotadores, pero los Lakers, quienes ya habían derrotado a Phoenix dos veces esta campaña, llegaron a estar 22 abajo y continuaron una perturbadora tendencia de perder por un margen de dos dígitos. A pesar de estar empatados con Cleveland con la mayor cantidad de triunfos en la NBA (24), el margen promedio de derrota de L.A. fue de 15.0 en sus seis caídas.

Nash y Bryant tienen mucho en común. Los dos son ex JMVs. Ambos están jugando para la franquicia con la que arrancaron sus carreras. Ambos están en su 14ª temporada y aún encabezan la liga en una de las cinco categorías estadísticas principales -- Bryant en promedio de anotaciones (29.9 por partido) y Nash en asistencias (11.2).

Pero este verano, cuando Nash se encontró en una situación similar a la que Bryant tuvo que atravesar hace dos años, la paciencia de Nash orientó su decisión.

Todos recordamos la demanda de intercambio de Kobe con un aire de "ya tuve suficiente" en mayo del 2007, unas pocas semanas después de que los Suns de Nash eliminaran a Bryant y los Lakers en la primera ronda de los playoffs tras una serie de cinco partidos.

Sintió que su ventana de campeonato se había cerrado y quiso saltar a través del cristal hacia pasturas más verdes, en lugar de esperar a que se abriera otra ventana en Los Angeles.

Nash estuvo en el mismo barco el verano pasado. Han pasado más de dos temporadas desde que los Suns fueron auténticos contendientes por última vez en el 2006-07. (El epitafio del Experimento Shaquille O'Neal resultó ser que el movimiento tuvo más que ver con la publicidad que con la posibilidad de un título.) Ha visto a la franquicia desprenderse de su entrenador (Mike D'Antoni), de sus mejores amigos en el equipo (Raja Bell y Boris Diaw) y canjear a sus picks de draft para evitar los salarios, y sin embargo firmó una extensión de dos años que lo mantendrá en Phoenix por el resto de sus mejores días. Tendrá 38 años cuando termine su contrato.

"Estoy realmente contento de no ser yo", dijo Bryant en la práctica del lunes, cuando le preguntaron su opinión sobre la situación de Nash como jugador de elite con pocas chances inmediatas de ganar un campeonato.

"Es difícil. Pasamos por eso. Solíamos venir aquí en los playoffs a que nos patearan el trasero y era brutal. Estoy seguro de que lo está sintiendo un poco, pero sé que le gustan sus chances aquí con el equipo que tiene".

Adonde Bryant se equivoca es que Nash se preocupa por el equipo y no por las probabilidades. El viaje y no los resultados. Es una característica de la vieja escuela que ha sobrevivido a la sociedad de gratificación instantánea de hoy en día.

"A veces después de los partidos se siente frustrado por el resultado y la falta de ejecución, pero no creo que sea la clase de persona que decide ir a un equipo solamente para ganar un campeonato", dijo Jared Dudley después de aportar 19 puntos y siete rebotes desde el banco, demostrando ser el factor diferencial entre los suplentes de Phoenix, quienes superaron a los de L.A. 52-31.

"Les dije a los muchachos en los vestidores, 'Acaban de meter la pata porque ahora sabemos lo que pueden hacer, así que esperaremos que esto siga pasando'", dijo Gentry después de que su equipo igualara a los Lakers en las tablas, aunque los Lakers abrieran con una línea frontal casi enteramente de 7 pies con Lamar Odom, Pau Gasol y Andrew Bynum.

El triunfo ha elevado a Phoenix a 20-12, y lo une a Denver con la tercera mejor marca del Oeste. Los playoffs están en la mira. Y para un equipo de Suns que ha vencido a Los Angeles, Boston y Orlando, ya no es demasiado descabellado comenzar a pensar en la recompensa de un campeonato.

Pero Nash no estará decepcionado si eso no sucede inmediatamente.

"Ya es mucha recompensa jugar con estos muchachos", dijo Nash. "Lo disfruto mucho. Me encanta competir, me gusta mucho estar con estos muchachos, es divertido. La paciencia no es algo que me preocupe".

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