Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": la sombra de un partido extra por el campeonato, apareció en la Serie del Caribe gracias a que los Indios de Mayaguez despacharon a los anfitriones para mantenerse a un juego de los Leones del Escogido con solo un encuentro por jugar.
La lógica dice que tanto Puerto Rico como la República Dominicana deben ganar sus respectivos compromisos ante México y Venezuela respectivamente para que los quisqueyanos se coronen, pero la lógica rara vez se da en el beisbol por lo que todo puede suceder.
Tanto Mako Oliveras como Ken Oberkell han decidido irse con el "librito" y utilizar a sus abridores del primer encuentro de la serie en una segunda ocasión para estos encuentros cruciales. Considerando que Mario Santiago y Raúl Valdez lanzaron siete y seis entradas respectivamente, las posibilidades de que el bullpen sea parte decisiva en ésta jornada resultan muy altas.
Los relevistas de los dos equipos han lucido muy bien, pero la ventaja sin lugar a dudas es para los de Borinquen. Oliveras ha dado cátedra manejando a sus lanzadores, sobre todo porque ahí ha demostrado que el estilo de dirección de la vieja guardia puede ser igual de efectivo o mejor que lo que dicta la modernidad. En nuestros tiempos, la única ocasión en la que un relevista trabaja dos entradas o más, es cuando el abridor explota temprano, y los dirigentes tienen que traer a su pitcher especialista en relevos largos.
Pero cuando un abridor lanza seis o siete innings, generalmente vemos a cuatro o cinco relevistas tratando de llegar hasta el taponero. El estilo de Mako ha sido diferente en ésta serie. Los hombres de confianza en su bullpen, como Pete Parise, Orlando Román, Bill Simas y Efraín Nieves, son utilizados para lanzar hasta tres o cuatro innings de acuerdo a la situación, antes de llegar a Saúl Rivera.
No es que los relevos del Escogido hayan estado mal ni mucho menos, pero mientras los puertorriqueños han lucido casi perfectos en ese sentido, los dominicanos tuvieron ya una actuación desastrosa en aquella derrota justamente ante Mayaguez con los relevos de Joel Carreño y Pedro Viola.
Más allá de lo que puedan hacer los equipos por sí mismos, el rival será importante también para definir el título. Puerto Rico se mide a un México que se ha visto más peligroso y complicado que Venezuela, rival de los dominicanos. El pecado de los Naranjeros de Hermosiilo ha sido permitir tanto daño en la primera entrada, pues con excepción de los dos juegos ante Venezuela, los aztecas han admitido en total nueve carreras con diez imparables en las primeras entradas de sus derrotas y no todo ha sido imputable a los abridores (Héctor Daniel Rodríguez, Travis Blackley y Walter Silva), sino a que los compañeros a la defensiva, parecen haber llegado al encuentro en el segundo inning de cada juego.
El Escogido enfrentará a unos Leones del Caracas que han sido una nulidad ofensiva. Luego de perder el duelo inaugural, el manager Dave Hudgens movió a Oscar Salazar a la tercera posición del orden ofensivo, dejando completamente descubierta la parte de debajo de la alineación y con el paso de los días, los bateadores del sexto al noveno conectan apenas para .211, una válvula de escape para el lanzador contrario que utiliza esa parte para salir de situaciones comprometidas.
Es por ello que los dominicanos lucen como favoritos para llevarse la corona, pero evidentemente la posibilidad de un juego extra que enfrentaría a los grandes rivales caribeños está más latente que nunca.
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