martes, 17 de marzo de 2009

Eso nos pone contentos

La emoción y la sorpresa dejaron sin voz a Olga Lidia Castillo cuando recibió una llamada del presidente Raúl Castro para hablarle de su hijo Yulieski Gourriel y de Frederich Cepeda, ambos de Sanctí Spíritus e integrantes de la novena de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol.
"Cuando reconocí la voz de Raúl (Castro) preguntando, '¿cómo está usted?' me sorprendí y me emocioné tanto que no podía ni hablar", narró Castillo el martes a la AP.
En conversación telefónica desde su casa de Sanctí Spíritus, a unos 700 kilómetros al este de la capital, la madre del antesalista cubano Gourriel contó que Castro le habló de "la combatividad y el optimismo del equipo. Me dijo que se sentía muy contento y que el Jefe (Fidel Castro) estaba pendiente de cada juego".
Cuba ganó 7-4 su encuentro frente a México el lunes para mantenerse con vida en la segunda ronda del Clásico Mundial después de sufrir el domingo un revés por 6-0 contra Japón.
El ex presidente Fidel Castro, un apasionado del béisbol, le dedicó dos de sus habituales "Reflexiones" al Clásico Mundial.
La madre del pelotero de 24 años relató que mira los juegos en el televisor junto a sus otros dos hijos, Yunieski de 27 años y Lourdes-Yunielki de 15 años, y agregó que grita tanto que el propio mandatario cubano al despedirse le dijo "cuídate la voz que falta mucho todavía (en el torneo)".
La esposa de Cepeda, Damaris Echemendía, mira los encuentros junto a Caridad Cruz, madre del pelotero y el pequeño Frederich de cinco meses, "es increíble como se queda mirando, yo le digo que es su papá y se ríe, hasta que se duerme".
Según Castillo y Echemendía, la llamada de Raúl Castro es "una motivación" para los peloteros. "Con tantas preocupaciones Raúl y Fidel se preocupan por nosotros, por los juegos, eso nos pone contentos y a los jugadores los motiva".

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