lunes, 2 de marzo de 2009

La selección cubana perdió el año pasado ante Corea del Sur en la final de los Juegos Olímpicos de Beijing y, en el 2006, la historia fue la misma contra Japón en el partido por el título del primer Clásico Mundial de Béisbol.
Cuba tendrá pronto la oportunidad de cobrar las cuentas pendientes contra ambos países en la segunda edición del Clásico que arranca el jueves. Si todo sale de acuerdo con los pronósticos, la potencia antillana se toparía con Japón y Corea del Sur en la segunda ronda del torneo en San Diego.
El Clásico "nos va a dar la posibilidad de jugar con estos equipos", comentó a la AP el antesalista cubano Míchel Enrique antes de un encuentro de fogueo en la ciudad mexicana de Puebla, donde la selección se entrena de cara a la primera ronda del torneo.
Cuba jugará la primera ronda a partir del domingo en la Ciudad de México, junto con el país anfitrión, Sudáfrica y Australia.
México y Cuba son los favoritos del Grupo B para avanzar a la segunda fase en San Diego, donde se enfrentarán con los dos mejores del Grupo A que integran Japón, Corea del Sur, China y Taiwán.
Para algunos puede resultar sorpresivo que los equipos asiáticos hayan dominado el béisbol internacional en años recientes. No hay que olvidar que Japón derrotó a Corea del Sur en las semifinales del Clásico anterior, y Cuba tuvo que despachar a los nipones rumbo a la final de los Juegos Olímpicos.
Sin embargo, los cubanos conocen bien el poderío del béisbol en el Lejano Oriente.
"Nosotros siempre hemos sabido que el béisbol asiático tiene mucho nivel", afirmó el jardinero Frederich Cepeda.
El toletero indicó que Cuba no puede sucumbir ante la tentación de pensar en la revancha contra los asiáticos antes de jugar la fase inicial del campeonato.
"Primero tenemos que pensar en la primera ronda. Tenemos que superar la primera ronda, donde México es un gran equipo", agregó Cepeda.
El legendario pelotero cubano Antonio Pacheco afirmó que los recientes reveses ante Japón y Corea del Sur no significan que el béisbol cubano esté en picada.
Indicó que también hay que mirar el otro lado de la moneda: ambos significan que Cuba llegó a la final de los dos torneos más importantes de los últimos tres años.
"Lo más fácil es perder, y lo más difícil es ganar", comentó Pacheco, quien acompaña a la selección cubana en México. "Es un orgullo para un equipo (llegar a la final). No es una deshonra ganar una medalla de plata".
Orestes Kindelán, otra leyenda de la pelota cubana, destacó que "el béisbol ha subido mucho de nivel" en Asia y el resto del mundo.
Este artículo no era sujeto a la aprobación del Major League Baseball ni sus equipos.

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