sábado, 6 de marzo de 2010

Con nivel europeo

En los últimos segundos del partido, la defensa violeta le robó el balón a Iaquinta y Montolivo, quien recibió por izquierda sobre la mitad de la cancha, tuvo la posibilidad de armar un ataque para buscar una increíble remontada.
El volante, sin ser marcado, llevó el balón por unos 20 metros hasta que se acercó demasiado a un defensor bianconero, quien pudo rechazar con el cuerpo el centro del jugador de Prandelli justo antes de que el referí silbara y sellara el definitivo 2 a 1 de Juventus en cancha de Fiorentina.
Así, a pesar del momentáneo empate de Marco Marchionni, gracias a los goles del brasilero Diego y de Fabio Grosso la Vieja Señora pudo sumar de a tres y treparse a la cuarta plaza del torneo, que por ahora ocupa en soledad con 44 unidades. La Fiore, por su parte, se quedó décima junto a Chievo con 35 puntos y prácticamente se despidió de la lucha para alcanzar la Champions League.
En esa última jugada está la fotografía de todo el partido y de todo el último período de Fiorentina: en efecto, otra vez más el equipo jugó bien, no mereció perder y hasta hubiera podido ganar, pero salió derrotado por culpa de su enorme ingenuidad y su falta de convicción.
Pero veamos como fue el encuentro: el partido se puso enseguida bien para la visita, que pasó en ventaja al segundo minuto con un tanto de Diego: el brasilero cortó bien por el medio y picó justo sobre el límite del off-side, para controlar el cuchillazo de Candreva y definir con categoría el mano a mano, gambeteando al arquero.
Luego fue casi sólo Fiorentina, que atacó con constancia y presionó muy arriba, ahogando a su rival y creando algunas buenas chances. Los bianconeri aguantaron por un poco gracias a los errores de los violetas o, más seguido, gracias a los perfectos cierres de Giorgio Chiellini, seguramente la figura del partido.
A la media hora, pero, los locales igualaron ayudados por un grande error de la defensa juventina: Vargas remató sobre la barrera un tiro libre y la defensa violeta recogió el largo rebote, mientras que Juventus subía. Gobbi aprovechó de la mala salida de la defensa bianconera para poner un pelotazo de izquierda para derecha, por donde entraba solo Marchionni. Así, el volante violeta pudo cabecear solito y mandarla a guardar fácilmente gracias a la pésima salida de Manninger.
En el complemento el juego se equilibró, sobre todo porque ambos equipos temían el poder cometer un error y terminar por pagarlo caro. El ritmo bajó y el enfrentamiento se puso más aburrido. Así, la visita aprovechó del inicio lento para respirar un poco y apenas pudo golpeó: en una gran jugada con toques de primera, Grosso pudo recibir la asistencia de Sissokó entrando por izquierda, controló y rápidamente sacó un zurdazo que tocó el travesaño antes de meterse en el arco.
El 2 a 1 puso nervios y desesperación en las piernas de los muchachos de Prandelli, quienes se desarmaron un poco y empezaron a buscar el tanto del empate con algo de confusión. De esta manera, Juventus pudo jugar al contraataque y volverse peligrosa, si bien al final las chances de gol fueron pocas para ambos y el encuentro terminó sin variaciones del marcador.
Partido cínico y muy físico el de Juventus. Si bien esta victoria no resuelve sus problemas, seguramente hace superar la derrota en Turín contra Palermo y deja bien esperar para el futuro.
Fiorentina, en cambio, está en una situación complicada e inexplicable: en el momento más difícil de los últimos años logró sacar un gran fútbol y someter todos los grandes equipos de la Serie A, pero siempre acabó por perder.
Esto denota un bajón evidente de categoría y de determinación, que son los factores que hacen la diferencia entre los buenos y los grandes equipos. Esperemos que esas dos calidades salga afuera el martes, cuando los violetas recibirán a Bayern Munich para jugarse el pase a cuartos de la Champions League.

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