Lo que pasó esta tarde en el estadio Olímpico de Turín fue realmente increíble y raramente se vio en el Calcio: Juventus, en apenas diez minutos, se puso arriba por 3 a 0, gracias al doblete de Alessandro Del Piero y a un tanto de Antonio Candreva y, prácticamente, ya había cerrado el partido.
En cambio, primero un gol de Massimo Maccarone y, luego, un doblete de Abdel Ghezzal (el segundo de penal), igualaron el marcador y le permitieron a Siena dar el batacazo en cancha de Juventus. Así, los bianconeri se quedaron quintos en la tabla, con 45 unidades, mientras que los muchachos de Malesani siguen siendo el colero del torneo, pero ahora junto a Atalanta, ambos con 22 puntos, a cuatro del umbral de la permanencia (Lazio, con 26).
Un semejante bajón de tensión es una cosa inesperada por parte de un cuadro experto y de nivel como lo es la Vecchi Signora, que acabó por pagar (merecidamente) muy caro ese error en la actitud y en la concentración. Al final, la visita mereció ese punto y, por como se dieron las cosas, hasta hubiera podido quedarse con los tres puntos.
Como quedó dicho, Juventus se puso en ventaja con tres goles en diez minutos: primero un tap-in del capitán Alex, luego un remate, con comba al segundo palo desde la izquierda, del mismo líder juventino (fueron los goles 300 y 301 en carrera para Del Piero) y, poco después, el sablazo certero desde unos 25 metros de Candreva.
Había solamente que administrar la ventaja con inteligencia y no darle esperanzas a Siena, para que el marcador pesara sobre las espaldas de la visita y le cortara las piernas. En cambio, enseguida después Maccarone tuvo dos chances: en la primera, el delantero remató a quemarropa desde el límite del área chica, pero Marchisio logró sacar sobre la línea. En la segunda, "BigMac" recibió un pase errado de Grygera sobre la tres cuartos, encaró cortando hacia la derecha y sacudió un derechazo quirúrgico que se coló a lado del poste a la izquierda de Chimenti.
Los locales no cayeron otra vez más en la primera etapa solamente gracias a una desviación de Felipe Melo sobre la línea y a una defensa atenta y solvente, pero las riendas del juego estuvieron siempre en las manos de Siena. El complemento se abrió con el gol del 2 a 3: Maccarone desbordó por izquierda y remató cruzado, la pelota impactó sobre el poste y le quedó servida a Ghezzal (en línea con la defensa al momento del disparo del compañero, y por eso habilitado), para un fácil gol con el arco libre.
El tanto tempranero le dio aún más coraje a Siena, pero despertó también un poco a Juventus, que tuvo dos buenas ocasiones para aumentar la ventaja: sin embargo, tanto Trezeguet cuanto Del Piero fallaron en la puntería.
Así, la visita pudo seguir atacando con constancia y buen ritmo y, luego de un clamoroso remate de Tziolis que prácticamente partió un poste, llegó la igualdad: otra vez más el mérito fue de la figura del partido, Maccarone, quien lo gambeteó sin problemas a Grygera en el área, algo desplazado por izquierda, antes de que el checo lo bajara con una evidente patada. Ghezzal se presentó desde los once pasos y no erró.
En los quince minutos que quedaron hubiera podido pasar de todo, pero el destino decidió que un punto por parte era el veredicto justo del partido y no hubo más variaciones en el marcador.
Juventus, de esta manera, desperdició con un partido terrible una buena chance para regresar a ocupar la cuarta posición, puesto que Palermo cayó en Údine. Estos dos puntos, a fin temporada, podrían costar más caro de lo que ahora parece.
Siena, pro su parte, mostró otra vez más porque, entre los que están ahí abajo, es el único que merecería mantener la categoría, puesto que le jugó de igual a igual (y hasta por momentos se demostró mejor) tanto a Inter cuanto a Juventus, entre muchos otros.
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