miércoles, 17 de marzo de 2010

La cuenta pendiente

Una enorme expectación acogió al portugués José Mourinho, quien regresó este martes con su Inter a Stamford Bridge, un estadio en el que todavía se le idolatra, para hundir al Chelsea con un 0-1, obra del ex barcelonista Samuel Eto'o, y meter al once italiano en los cuartos de final de la UEFA Champions League.
Mou, convertido en la noche del martes en el villano más carismático de los feudos londinenses, ganó su pulso ante Carlo Ancelotti con un fútbol estratégico y ofensivo. De paso, con el luso llegaron a Londres la controversia y el espectáculo, aunque esta vez no vestían de azul.
Y es que esta cita de UEFA Champions League marcaba la esperada vuelta del portugués a un club donde él mismo se denominó "el especial" y donde tiene a toda una legión de rendidos admiradores a los que este martes infligió dolor al minar la última ocasión de este conjunto de avanzar en Europa.

Los Blues, a quienes ahora tutela el italiano Carlo Ancelotti, apartaron los sentimentalismos para lanzarse, desde el minuto uno, a la yugular de su invitado aunque esta noche les fallara la precisión. Fútbol de ataque que buscó de forma incansable la meta de Julio César, pero sin frutos.
Fue un choque con tensión latente, con muchísimas jugadas a balón parado, juego físico cien por cien y abundancia de faltas.
El plantel dirigido por Mourinho comenzó avisando a su rival con un amago interesante a los 5 minutos de partido del holandés Wesley Sneijder, que logró paralizar el cancerbero local, Ross Turnbull.
El Inter puso sobre el tapete un juego más que correcto pero el plantel británico había salido decidido a remediar los costosos errores de la ida.
Por su parte, el Chelsea se empleaba a fondo, de eso no hay duda y durante el primer tiempo, la defensa italiana tuvo que trabajar ante las embestidas de la formación azul, protagonizadas por el marfileño Didier Drogba, el brasileño Alex, los ingleses Frank Lampard y John Terry o el germano Michael Ballack. Pero también tuvieron sus momentos -flojos- los franceses Nicolas Anelka o Florent Malouda.
El once local encadenaba ocasiones buscando la redención por la derrota de la ida en Italia. Pero el equipo de José Mourinho venía preparado.
El camerunés y ex barcelonista Samuel Eto'o perdió un gran momento en el minuto 33 al no saber aprovechar un despiste del capitán del Chelsea, el central inglés John Terry.
El conjunto londinense se fue al descanso con la sensación de que el colegiado, el alemán Wolfgang Stark, les negó un penalti por una falta de Thiago Motta sobre Branislav Ivanovic.
La intensidad del primer tiempo se reanudó con ese mismo tempo en el segundo acto. Los Blues, con la certeza de que necesitaban números para continuar vivos en el torneo.
Drogba lo intentó con un lanzamiento de falta a pocos metros de la portería milanesa. A ese disparo les siguieron las ocasiones del francés Malouda y el inglés Lampard.
Se notaba como la frustración inglesa aumentaba al igual que la cerca defensiva italiana se hacía más infranqueable.
En el minuto 65, el Inter tuvo en sus manos un momento que pudo haber sido decisivo pero que dejó pasar. De nuevo, un error defensivo de Terry dio a Sneijder la ocasión de tocar de cabeza la pelota para dar a Milito una brillante oportunidad que éste no supo convertir y que provocó una airada reacción de su míster.
Mou presenció cómo sus hombres lanzaban por la borda nada menos que cuatro ocasiones cuando quedaba un cuarto de hora para concluir el encuentro. Dos de Milito, una de Sneijder y otra de Motta.
Pero finalmente, la destreza del Inter se impuso a los intentos desesperados del Chelsea. Ocurrió en el minuto 79, con un remate del camerunés Samuel Eto'o, que remató a gol una jugada iniciada por Sneijder y que sorteó a Ivanovic.
El revés empeoró con la roja que supuso la expulsión, en el minuto 86, del punta marfileño del Chelsea Didi Drogba, que dejó con diez jugadores a un equipo al que ya no le quedaban esperanzas de sobrevivir.

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